Este emprendimiento comenzó como una necesidad de plasmar toda mi creatividad natural en una actividad que no sea simplemente un hobby. Soy Natalia Barrionuevo y en septiembre de 2005, con el incondicional apoyo de mi marido, Santiago, abrimos nuestro local, dedicado a comercializar un poco de ropa de niños, pero fundamentalmente a la decoración de cuartos infantiles, que hacía yo misma, y de allí el nombre que elegimos: Cuarto Creciente.

Con el tiempo fui direccionando toda esa creatividad hacia el diseño de ropa de niños, y así comenzamos a fabricar nuestra línea de ropa informal de bebes y niños.

Mis hijos, Mateo y Sofi iban creciendo, y como mamá, una observa las necesidades que van teniendo. Cuando Matu tomó su primera Comunión, las mamás de sus compañeras no encontraban fácilmente vestidos para ellas. Entonces decidimos comenzar nuestra línea de vestidos de comunión…

Primero con muchas dudas, ya que era un rubro diferente, que exige el manejo de telas muy delicadas y terminaciones en cada prenda que no cualquier taller puede hacer.

Teniendo siempre a mi hija Sofía como espejo, viendo como es su cuerpo realmente y escuchando sus críticas, que eran las de una nena en edad de tomar su primera comunión, fui armando mi primera colección de vestidos, tratando de que sean apropiados para su edad y sobre todo, que hubiera talles para todas sus amigas, que son tan distintas!!!

No nos amedrentaron las dificultades, que fueron muchas…

Conseguimos trabajar con los mejores géneros, tules bordados, satens, creppes, guipiures, broderies… que confeccionados con cuidadísimas terminaciones, hacen que nuestros vestidos sean realmente exclusivos.

Tenemos una gran colección de vestidos de bautismo, de cortejo de bodas, primera comunión u otro evento importante, en stock permanente, con talles que van desde los 3 meses hasta los talles S y M, para que todas las nenas encuentren su vestido soñado.

Nos han elegido muchas familias para ser parte de su evento especial, y entre ellas, la de Carlos Tevez, que vino a nuestro local a comprar el vestido de su hija menor para su casamiento!

Y aquí estamos, Santiago y yo, después de 13 años, orgullosos de haber creado esta empresa familiar que nos brinda tantas satisfacciones. Y sobre todo, agradecidos a cada una de las niñas que han elegido nuestros diseños, que con sus sonrisas nos dan el apoyo necesario para seguir creciendo.